En el último encuentro de la competición, la final de la Copa Heliodoro Rodríguez López, caímos fruto de un tanto en propia puerta, cuando habíamos sido merecedores de mucho más, pero este deporte no entiende de justicia, y la copa se fue con destino al sur de la isla. Una pena que, en lo deportivo, no hayamos podido lograr sumar este prestigioso trofeo, pero mucho orgullo al ver como, primero, el equipo y el cuerpo técnico, que nos han llevado a esta final y que lo dieron todo, y segundo, por una afición entregada, que nos animó hasta el final, y que supo aplaudir al campeón.

Del encuentro, con diez minutos de dominio alterno, sin crear ninguno de los dos equipos peligro sobre el césped natural del Heliodoro, los rojos comenzaron a acercarse a la meta sureña. Stefano fue el primero en probar, pero pese a señalarle fuera de juego, ya se comenzaron a ver las intenciones de los visitantes. En el minuto 12 de partido, buena jugada por banda derecha, Javi pone en centro, y Carlos Rafael no llega al remate claro por muy poco. El dominio comenzaba a ser visitante, tras un saque de esquina, Azael no pude dirigir su cabezazo que se va mansamente a las manos del portero. Continuaban los de Rubén García en busca del gol, y primero Stefano desde la frontal, y sobre todo en el 42, una jugada personal de Jorge Callejo, su centro se pasea sin lograr encontrar un rematador.

Tras la reanudación, de nuevo el cuadro local, muy conservador, se topó con un conjunto visitante que de nuevo quiso buscar el gol que no llegaba. En el minuto 53 de partido, tras un robo en el centro del campo de Jorge, Xerach desde la banda izquierda, realiza un eslalon que acaba con un disparo algo centrado que rechaza el larguero por su parte superior. Minutos de empuje rojo, con un remate de Soto que se marcha por poco.

Y llegó el momento decisivo del partido, en un saque de falta desde casi el centro del campo, el centro tenso lo intenta despejar la defensa de los nuestros, pero el balón sale repelido hacia detrás y se introduce en la portería de Juanje. A partir de ahí, un querer y no poder de los nuestros en ataque, que notaron mucho el mazazo del tanto sureño, y no pudieron crear ninguna ocasión para igualar el partido. Ya en el descuento, en una contra de los visitantes, Juanje desvía a saque de esquina, el único disparo reseñable de los de blanco.